Desde este punto se tienen las mejores vistas panorámicas de Benidorm siendo el origen de muchísimas fotos y postales de la ciudad. Se encuentra en lo alto de la Sierra Helada, y se accede a ella por la zona final del Rincón de Loix, pudiendo subir en coche hasta casi la misma Cruz. Este reconocido monumento de Benidorm se instauró en lo alto de la montaña debido a la iniciativa del clero local. La razón por la que se subió la Cruz fue porque Benidorm con el nuevo Plan General de Ordenación Urbana y el consentimiento del gobierno franquista de permitir el uso de los bikinis a las mujeres, se había convertido, para los frailes en una localidad frívola. Incluso el obispo de Orihuela-Alicante amenazó al alcalde con poner en la entrada de Benidrom un cartel en el que se leería “El Infierno”. Por ello decidieron crear en el año 1962 un día que se llamaría el “Día del Perdón”, que serviría para mediante una procesión, subir la pesada y enorme cruz de madera desde la Iglesia de San Jaime hasta el punto más alto de la Sierra Helada. Todo el pueblo quiso participar y los niños se disfrazaron para realizar varias actividades lúdicas, mientras que los adultos subían, alternándose, la cruz en sus hombros. Dicha jornada religiosa hizo ver a los católicos que la gente del pueblo no era tan “frívola” como creían. En el año 1975, la cruz fue arrancada debido a un temporal y se puso una nueva fabricada con vigas de postes de la luz. Años más tarde, con la democracia, se mantuvo un debate sobre si debería seguir existiendo o no, y al concluir que debía seguir expuesta se la dotó de una buena iluminación para que también se pudiera ver por la noche. Actualmente ha pasado a ser un lugar por el que pasan muchísimas personas, bien para disfrutar de las espectaculares vistas como para realizar una estupenda jornada de senderismo. Como datos curiosos, hace unos años fue escenario de películas películas de terror e incluso de cine erótico. Y en un chalet de color rosa incluso se rodó la película de Bigas Luna Huevos de Oro. Se puede visitar cuando se quiera, pero lo más recomendable es subir para observar las preciosas puestas de sol al final de la tarde. Cuando se llega a la cruz existen varias rutas para acceder a otras poblaciones a pie. También se pueden tomar un sendero que bordea los acantilados hasta el repetidor de Albir y desde allí se baja hasta el faro. Este sendero tiene un maravilloso recorrido con increíbles vistas tanto de la Bahía de Benidorm como del Mar Mediterráneo, las montañas e incluso de Altea. Sin lugar a dudas es una de las mejores opciones para los amantes de la naturaleza y de la práctica del senderismo.
Merece la pena, las vistas y el aire que se respira
El Balneario de Aguas de Busot es un complejo arquitectónico construido en el siglo XIX en el municipio de Aigües, provincia de Alicante (Comunidad Valenciana). Originalmente diseñado, proyectado y titulado como "Hotel Miramar Estación de Invierno", por su dueño y promotor, el Sr. Conde de Casa Rojas (y Marqués del Bosch), fue concebido como un complejo urbanístico de amplias dimensiones (algún particular conserva los planos del proyecto original), situado frente a los antiguos manantiales termales que siempre hubo en la zona, presidido por el edificio central correspondiente al hotel (dotado de ruleta y del novedoso sistema inglés de saneamiento estanco o por WC), y rodeado de numerosas edificaciones y caminos que surcaban los parajes adyacentes, incluyendo, entre otros servicios, dos capillas católicas, una piscina navegable, una panadería, una granja, múltiples bancos, rotondas y otros elementos, la mayoría de los cuales fue borrado en el siglo XX. La actividad hotelera decimonónica conoció una visita de SSMM los Reyes de España, y se divulgaba entre los posibles clientes mediante memoriales anuales que el Sr. Conde encargaba redactar a los diversos directores médicos que tuvo el Hotel (se conservan algunos ejemplares). La Guerra Civil interrumpió la actividad hotelera; y al término de la misma, se intentó promover un sanatorio infantil antituberculoso en las mismas instalaciones. La historia del balneario es conocida con absoluta precisión cronológica. Originariamente, las propiedades de las aguas ya fueron descritas en crónicas romanas y musulmanas; en el siglo XV fueron concedidos salvoconductos a los moriscos. De esta época, el documento más antiguo conocido es un privilegio firmado el 30 de noviembre de 1596, dando la propiedad de las aguas a la ciudad de Alicante, que la ostentará hasta el año 1816. El único edificio que actualmente se conserva fue construido en 1816 por el ingeniero y arquitecto Pedro García Faria, mientras el Conde de Casa Rojas embellecía los terrenos adyacentes con pequeñas casas alejadas del balneario para quienes no quisieran estar cerca del bullicio. Posteriormente, empezaría un conflicto entre la Administración Pública y la familia del Sr. Conde, a quien la Jurisdicción acabó reconociendo como legítimo proprietario. En 1865 empezó la construcción del “Hotel Miramar” y un nuevo balneario aprovechando las aguas termales de la zona. Este hotel contaba con un casino, sala de fiesta, iglesia, instalaciones deportivas y zona de juegos para los niños y su esplendor duró hasta 1930. Se cuenta que el marqués de Bosch, propietario del Hotel, lo perdió en una partida de póker. En 1936, el Estado adquirió el edificio y lo convirtió en hospital antituberculoso, destinándolo a niños con tuberculosis. Tras la Guerra Civil (1936-1939) y al extinguirse la enfermedad se abandonó. Hacia 1973, el Patronato Nacional Antituberculoso hizo un proyecto para rehabilitar y ampliar el edificio, pero quedó en el papel. En 1989 la empresa Prognosis adquirió el edificio con la intención de reformarlo. En 1993 firmó un convenio urbanístico con el Consistorio para desarrollar el proyecto de construcción de dos hoteles y un balneario. Tras una cascada de pleitos entre esta empresa y el Ayuntamiento de Aigües, el Balneario fue comprado por Valentín Botella (Presidente del Hércules CF) en el 2006.
En Pinoso se ha construido un mirador para poder observar la cantera más grande de Europa y la cantera de mármol más grande del mundo. Es una cantera que está dividida, en el plano, para varias empresas que la explotan con una licencia del municipio. Aunque a simple vista no se puede distinguir. Sólo se ven metros y metros de mármol. La dimensión que tiene no se puede distinguir en imágenes y hay que observarla en persona para poder hacerse una idea del tamaño que tiene. Y aún así es complicado. Sólo comparándolo con los camiones que recorren sus caminos puedes darte cuenta de lo gigantesca que es la cantera.
Conocido x los moteros como el 1020
El visitante llega a la Creu del Portitxol, al remanso de la costa, a la zona que fue fondeadero natural en época antigua. No obstante, cuando alce la vista, probablemente le será muy difícil apartarla del escenario que representa la barcaza encallada a escasos metros: la isla del Portitxol, un islote que alcanza los 300 metros de diámetro, que llegó a estar habitado y donde han sido descubiertos, de hecho, algunos enterramientos.
Está situado a 150 metros de la Cala del Portitxol y ofrece un espectacular dibujo del conjunto del litoral, que abarca una panorámica desde el Cap de Sant Antoni y el Cap Prim hasta la imponente imagen del Cap Negre, bañado todo por el Mediterráneo.
Paisaje idílico, lo recomiendo!!
Les Pesqueres reúne en su mirador un pequeño universo de toponimias, creadas a partir de las actividades pesqueras que los hombres de Xàbia y las poblaciones vecinas han desarrollado en las verticales paredes de sus acantilados, a pesar de las obvias dificultades, fácilmente perceptibles desde el mirador. Sobre las peñas o encima de un frágil cañizo, los hombres se colocan para pescar, especialmente en las largas y oscuras noches de invierno.
Otra defensa del litoral fue erigida en la Punta d´Ambolo, conocida también como la torre del Descubridor, con un solo piso y dos garitas ya desaparecidas. Su privilegiada situación permite recorrer con la vista desde el Cabo de la Nao hasta la Punta de Moraira.
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