Las salinas son un enclave singular con una gran riqueza biológica y paisajística. En los 80 se abandonó su explotación y se convirtió en el particular paraíso de numerosas especies de aves. Nace así en Calp una nueva modalidad de ecoturismo que tiene como motivación el estudio y observación de las aves y sus hábitats, el turismo ornitológico o “birdwatching”. Un total de 173 especies de aves registradas nos demuestra la importancia de este humedal. Destacan las poblaciones de flamenco común (Phoenicopterus ruber) que alcanza varios cientos de ejemplares y de la cigüeñuela común (Himantopus himantopus). Además se han registrado ejemplares de garza real, chorlitejo patinegro, rascón europeo y focha común, incluso algunas especies en situación delicada como el caso de la cerceta pardilla o el tarro blanco. De todas estas aves que pueden observarse en las salinas, no cabe duda de que la más espectacular y llamativa es el flamenco común. Este ave, con una envergadura alar de hasta 170 cm y una longitud de 140 cm sorprende por su extraña silueta y larguísimo cuello. Otro residente singular de las salinas es la cigüeñuela común, inconfundible por sus largos tarsos rojos, su pico que llega a los 7 cm. y su contrastado plumaje blanquinegro. La cigüeñuela común es un ave frecuente en las salinas.
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