Constituyen en su conjunto un sistema defensivo de origen andalusí formado por varios recintos murados a distinta altura. Castillo de Orihuela (BIC). Siglo IX-XVIII. Es una obra de origen precalifal, que perdura con sucesivas adiciones hasta la Guerra de Sucesión, siendo destruido en 1709. En él se distinguen varias zonas bien diferenciadas funcionalmente. La zona más alta la ocupa la Alcazaba, sede del poder político y militar, por debajo de ella una línea de torres delimita el albacar, recinto con funciones ganaderas además de defensivas, otra serie de torres se sitúan en torno al seminario, donde se encontraba la población original. Toda una serie de muros y torreones enlazan la alcazaba con las murallas de la ciudad que transcurrían junto al río. Murallas de la ciudad (BIC). Siglo XI-XV. Se extienden desde el Monte de San Miguel hasta el Río Segura. Las murallas de la ciudad partían del albacar para englobar el núcleo originario de la ciudad (actual seminario) y su posterior ampliación hasta el río. Actualmente se conservan varios tramos inconexos de las murallas, destacan dos torres al final de la Calle Torreta, la Torre de Embergoñes, la Torre de la Casa Casinello en la Calle Soleres, el tramo conservado en el Museo de la Muralla, bajo el Aulario del Campus de las Salesas de la Universidad Miguel Hernández y varios lienzos y torres en el Monte de San Miguel, en las proximidades del Seminario Diocesano. Puerta de la Olma o de Crevillente. Es el único resto conservado de la Cerca del Arrabal de San Juan. Obra de sillería. Ingreso con arco de medio punto y sobre él un ángel custodio con espada, que representa el brazo real en las Cortes Valencianas, acompañado por el escudo cuatribarrado, el Pájaro Oriol (emblema de la ciudad) y una inscripción que fecha la puerta en 1558: “En lo ani de nostra redemcio MDLVIII se acaba aquest portal sent ivrats los molt magnifichs senors Melchor Groadellas Ivan Fernandes de Tvesta Frances Almodover Andre Manresa Ivan Miro”.
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