Los molinos de “les Planes” reinaron en este mirador desde aquella primera construcción en el siglo XIV. Le siguieron años después otras diez torres, cuyos restos, ahora sin aspas ni cubierta, todavía pueden observarse en tan singular rincón del litoral, aunque en diferentes niveles de conservación. Molinos que tuvieron que hacerse con las acometidas del “llebeig”, el viento del sudoeste que, de manera casi constante, sopla en el Trencall de la Plana. Los molinos, hoy ya en desuso, incorporaron robustos mecanismos de madera de carrasca que hacían mover las pesadas muelas circulares de piedra.
¡Descarga tu guía de Alicante!