Vivienda construida en 1873 por encargo del industrial Rigoberto Albors Monllor, quien donó al municipio parte de los terrenos que hoy ocupa el Parterre o Plaça del Pintor Gisbert. La edificación de esta casa coincide con el inicio de la revuelta obrera conocida con el nombre de “El Petrolio”, de trágicas consecuencias, que pretendía mejoras salariales y de las condiciones laborales. De estilo clasicista y ecléctico, consta de semisótano, buhardilla y tres plantas, destacando el gran balcón con balaustrada de piedra y una prominente cornisa con balaustrada y reloj central.
La Granadella está situada en la zona más meridional de Xàbia y disfruta de su propia historia con la construcción Castell de la Granadella, pequeña fortificación construida en el siglo XVIII, con el paramento exterior forrado de piedra tosca y que estuvo ocupada por una guarnición de tres hombres y dos cañones de bronce.
El Casino Orcelitano se funda en 1864. Dos años más tarde de su fundación, se integra en su estructura, el Círculo Orcelitano, intitucion social creada en 1848. El edificio del Casino, del siglo XIX, comenzó su construcción el 2 de marzo de 1887, y no sería hasta el 29 de octubre de 1891 cuando se concluya la mudanza definitiva, desde el antiguo inmueble del Casino situado en la calle de los Hostales, al nuevo edificio. El casino, como entidad cultural y recreativa, hizo célebres las fiestas de alta sociedad y, entre ellas, destacó una que suponía a la vez unos Juegos Florales y la puesta de largo o presentación en sociedad de las jóvenes de familia acomodada económica y socialmente: la Fiesta del Azahar, durante la Pascua de Resurrección, a propuesta de Manuel Martínez Ros, Presidente del Casino, en 1964.
Fortificación de origen medieval, edificada tras la conquista cristiana. Posteriormente sufrió diversas vicisitudes que fueron deteriorándolo. Al perder su función estratégica, sirvió de cantera para la ampliación de la ermita de Sant Pere, que se encuentra a su izquierda. Desde el conjunto formado por el Castillo y la ermita se puede divisar una bonita panorámica del llamado Camp d’Alacant. La vista alcanza hasta el mar, conectando con el Valle del Vinalopó, mientras que hacia el interior divisaremos las sierras del Maigmó y el Ventós al fondo.
Los molinos de “les Planes” reinaron en este mirador desde aquella primera construcción en el siglo XIV. Le siguieron años después otras diez torres, cuyos restos, ahora sin aspas ni cubierta, todavía pueden observarse en tan singular rincón del litoral, aunque en diferentes niveles de conservación. Molinos que tuvieron que hacerse con las acometidas del “llebeig”, el viento del sudoeste que, de manera casi constante, sopla en el Trencall de la Plana. Los molinos, hoy ya en desuso, incorporaron robustos mecanismos de madera de carrasca que hacían mover las pesadas muelas circulares de piedra.
Es uno de los pocos testimonios que se ha conservado de las murallas medievales que se construyeron alrededor de La Vila, o primer recinto del Alcoy medieval, cuya construcción se llevó a cabo a lo largo de la segunda mitad del siglo XIII. La torre presenta su basamento, la puerta de ingreso y las esquinas con sillares de piedra, y en su construcción también se empleó el tapial. Rehabilitada en el año 2002, su situación estratégica permite un amplio dominio visual sobre el río Riquer y la partida dels Tints.
El Caserón Haygón es una construcción de finales del siglo XIX de la huerta sanvicentera que ocupa una parcela de 3.000 metros cuadrados. La escuela-taller puesta en marcha en 2001 ha permitido su rehabilitación y recuperación para uso público como centro de formación homologado por la Generalitat Valenciana. El Caserón Haygón tiene una planta baja de 200 metros cuadrados con despachos, sala de juntas, oficina de secretaría, aseos y un aula con capacidad para veinte alumnos, mientras que en el piso superior dispone de otras cuatro aulas. También cuenta con un espacio que sirve de taller y almacén de herramientas y materiales.
Obra del escultor alicantino Arcadi Blasco, construido en 1990, y que destaca por su singularidad arquitectónica. Consta de dos partes, una en tierra, que simboliza una barca, y la otra mar adentro (actualmente sobre la arena de la playa), que simboliza un faro (o mástil). Homenaje a los hombres de la mar, representa la unión y dependencia que nuestra población y sus gentes tienen históricamente con la mar, vital para la vida y economía de El Campello durante décadas
De mediados del s. XIX data la Finca rústica Villa Marco que tuvo gran importancia en la zona agrícola conocida como Huerta de Alicante. A principios del s.XX adquirió carácter residencial y se la dotó del estilo modernista con curiosas influencias del arte colonial francés que la diferencian del resto de fincas que aún se conservan en la comarca. Sus bellos jardines de inspiración versallesca fueron creados a principios del siglo XX bajo los auspicios de Renato Bardin, cónsul honorario de Francia y dueño de la finca en aquel entonces. Convenientemente cuidados a lo largo de su historia, han sufrido algunas modificaciones respetando sin embargo su morfología original. La zona ajardinada rodea la casa surcada por varios paseos flanqueados por copas y jarrones de estilo clasicista. El jardín puede dividirse en cinco zonas: el "jardín árabe" (utilizado como huerta originariamente), el denominado "jardín histórico", donde se encuentran los ejemplares de mayor envergadura, el "jardín de acceso" que enmarcaba la entrada de carruajes, un pequeño "jardín mediterráneo" (con plantas autóctonas) y una gran pinada que representa un "bosque mediterráneo". Los jardines albergan dos esculturas del célebre artista alicantino Vicente Bañuls: "La Noche" y "La Marsellesa".
El castillo del Río se encuentra a 4 kilómetros de la localidad de Aspe, (Vinalopó Medio), sobre un montículo cerca de la confluencia del río Tarafa con el río Vinalopó, desde su emplazamiento se pueden ver también el Castillo de la Mola en Novelda y la torre de Monforte del Cid. Se trata de un recinto amurallado situado sobre un montículo denominado "Tabayá" cerca de la confluencia del río Tarafa con el Vinalopó, a 3 km del actual Casco Urbano. De origen almorávide, concretamente del primer tercio del Siglo XII, fue el primer núcleo de asentamiento de Aspe, conocido como "Aspe el Viejo"; a pesar de ello, en sus inmediaciones también se han encontrado restos de un asentamiento anterior en la época Ibérica. El recinto amurallado, formado por 12 torreones, carece de torre del homenaje y se encuentra actualmente semiderruido. A pesar de ello, se conservan lienzos de murallas y la base de varios de sus torreones. Las distintas investigaciones que se han llevado en él, debido a su gran importancia arqueológica, nos dejan ver excavaciones gracias a las cuales el visitante puede hacerse una idea de lo que debió ser aquel recinto, construido en su base en mazonería, y a partir de 1,5 m de tapial y cantos rodados. En él se encontró uno de los dos únicos arados árabes hallados en toda España y que actualmente se encuentra expuesto en el Museo arqueológico provincial de Alicante (MARQ). Es de fácil acceso a través de la carretera que une Aspe con la Autovía Madrid-Alicante.
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