Fue construida, como se indica en su fachada principal, en el año 1803 sobre una antigua ermita. La construcción de la ermita se justifica por la visita que hizo en el siglo XV San Vicente Ferrer al caserío del Raspeig. El estilo de la iglesia es neoclásico y en su fachada se pueden observar dos columnas con el fuste liso. La planta de la iglesia posee una estructura en cruz latina con capillas laterales. En el centro de la iglesia se levanta una gran cúpula rematada por una veleta. La torre principal de la iglesia fue destruida por su ruinoso estado en la segunda mitad del siglo XX y actualmente la que existe es una réplica de la anterior. Es un bonito edificio que contrasta con la estrechez de las calles adyacentes.
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