Bautizada como “La Clau del Regne” (La llave del reino) por Pedro IV de Aragón, El Ceremonioso, la plaza fuerte de Alicante ocupó una posición estratégica decisiva en la Guerra de los dos Pedros (1356-1369), que le enfrentó a su homónimo castellano, Pedro I el Cruel. Asomados desde las alturas del “Macho” del Castillo de Santa Bárbara, la explanada que ocupara la antigua Alcazaba, podemos volver a sentir la visión de dominio sobre el Mar Mediterráneo y el interior que disfrutaron los antiguos defensores de la fortaleza y la ciudad de Alicante. “La Clau del Regne” se acompaña de un ramillete de llavines singulares. Como la fortaleza de la isla de Nueva Tabarca, un recinto amurallado diseñado en 1769 para acoger y proteger a la colonia de 300 recolectores de coral genoveses rescatados de las garras del Bey de Túnez. Mutxamel, Busot, El Campello, el Santuario de Santa Faz y su torre o las que salpican la huerta alicantina son otros hitos de la ruta. Esta revela el constante diálogo entre la fertilidad agraria y las construcciones destinadas a la vigilancia o el combate, en un territorio codiciado por su riqueza y valor estratégico. - Alicante- Isla de Nueva Tabarca: Murallas y Puertas de Nueva Tabarca, Torre de San José. - Alicante: El Castillo de Santa Bárbara, Las murallas de la ciudad de Alicante, Fuerte de San Fernando, Torre del Monasterio de la Santa Faz, Torres de la Huerta. - Mutxamel: Torre de Mutxamel. - Busot: Castillo de Busot. - El Campello: Torre de la Illeta. - Aigúes: La Torre de Aigües.
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