El Cau es el pequeño gran proyecto artístico de Mariano Ros. Un singular y maravilloso lugar al aire libre en la sierra ilicitana de del Tabaià. Este museo al aire libre está esculpido sobre las paredes de una antigua cantera de Ferriol, una de las pedanías de Elche. De aquí se sacaba la piedra que se usó para reconstruir la iglesia de Santa María. Mariano Ros, zapatero jubilado y aficionado a la montaña, se dedicó durante años a construir y esculpir en la piedra multitud de figuras representativas de la vida de los ilicitanos. Durante ocho años, desde el año 2000 hasta el 2008 (cuando le prohibieron seguir con su trabajo por estar en monte público), se dedicó a crear este emblemático, con la ayuda de sus amigos Cándido, Vicente y Pere. Entre todos hicieron estás numerosas figuras, entre las que destacan las representaciones de los monumentos e iconos más emblemáticos de Elche. Entre todas las figuras talladas en la roca podemos encontrarnos con obras que representan el Pantano (que fue el otro lugar que visitamos esa misma mañana), el Palmeral, la Dama de Elche, el Misteri, la Iglesia de Santa María… Y muchísimo más. En este curioso conjunto escultórico encontraremos también otras obras originales con las que quería rendir homenaje a su familia, a las mujeres, a personajes queridos por los vecinos… Algunos animales esculpidos y, también alguna construcción interesante, como la Pirámide, la Torre de Ros o el Cau(una pequeña habitación excavada en la piedra. De ahí su nombre. Cau significa madriguera). Sin lugar a dudas, es uno de esos sitios bonitos para hacer fotos en Elche que debemos conocer. Junto a una gran mesa de piedra nos encontramos con el refugio. Otra habitación excavada en la roca, un poco más grande, que alberga en su interior una mesa, varias sillas y lo que parecen algunos materiales para el mantenimiento del lugar. Sobre la mesa hay una libreta que han dejado para que los visitantes puedan dejar sus opiniones. Además de toda su obra artística, en El Cau se han plantado diversas especies de árboles, arbustos y plantas aromáticas. Todas autóctonas y típicas de este árido terreno y del clima mediterráneo. El terreno en el que se ubica este museo al aire libre de Elche es un terreno seco, árido y con muy poca agua. El Cau está a unos 15 minutos en coche desde Elche. El camino que nos lleva hasta el punto donde podemos dejar aparacado el coche es de asfalto. Así que llegar hasta aquí es bueno y fácil. No tiene pérdida. Aquí veremos una señal esculpida en piedra que nos indica la dirección que tenemos que seguir para llegar al Cau. En Google Maps podéis encontrar el punto donde podéis dejar el coche. Desde aquí, tan sólo habrá unos 600 metros hasta llegar a El Cau. El camino que lleva desde el lugar donde dejamos el coche hasta El Cau es bastante corto y fácil de hacer, aunque discurre por una zona bastante pedregosa, por lo que hay mucha piedra suelta y además, es en pendiente. Subir puede costarnos un poquito si lo hacemos en las horas de más calor. Tened en cuenta que es una zona muy árida, por lo que debéis llevar siempre mucha agua, no os olvidéis de la gorra, las gafas de sol y un buen calzado. La ruta es muy fácil de seguir ya que hay varias señales dibujadas o esculpidas en la roca, tan solo pasea y disfruta. Merece la pena subir hasta las partes más altas. Tanto desde «El balcó d’Elx», como desde la «Torre de Ros», las vistas son realmente impresionantes.
A lo largo de la historia estas tierras sufrían numerosos ataques de piratas que desembarcaban en la costa y hacían sus incursiones y saqueos en el interior. Las torres costeras se alzaron precisamente para avisar de la presencia de sus barcos, comunicándose entre sí mediante fogatas y otras señales. Muestra de esta época es la sobria torre costera de la Horadada del siglo XVI de carácter defensivo, localizada entre las playas El Puerto y El Conde. Debe su nombre a los orificios de su interior que servían para comunicar las diferentes estancias. De gran importancia fue la declaración de nuestra torre como BIC (Bien de Interés Cultural) por Disposición Adicional Segunda de la Ley 16/1985, por lo que consideramos que es un verdadero lujo tenerla presidiendo nuestra costa.
Abrió sus puertas en 1994 gracias a depósitos y donaciones de particulares. Aquí se guardan los hallazgos hechos en los yacimientos locales. Este fondo museístico se muestra actualmente en cinco secciones: medio ambiente, fósiles, arqueología, etnología y numismática. Sus exposiciones permiten obtener una imagen global de la evolución de estas tierras en el tiempo, así como de sus recursos. Forma parte también de la exposición permanente del museo el depacho de D. Gratiniano Baches, la primera persona que inicia los estudios arqueológicos en Pilar de la Horadada a principios del siglo pasado.
La Puerta del Milenio fue diseñada por escultor Eduardo Lastres. Es parte de una serie de cuatro estructuras contemporáneas de diversos artistas españoles modernos situadas a lo largo de la Gran Vía de Alicante para conmemorar el nuevo milenio. Se trata de una grandiosa figura en forma de puerta, sustentada por columnas de hormigón y varias figuras de acero que coronan la escultura en todo lo alto.
Skate park nombrado en homenaje a Ignacio Echeverría, fallecido en los atentados de Londres cuando se enfrentó a los atacantes en defensa de una mujer. La escultura es una creación de los artistas alicantinos Roberto Llopis y Tom Rock, que representa una pista de skate con un monopatín en la parte de arriba y un grabado de la imagen de Ignacio Echeverría.
El término pegolí está repleto de testigos materiales que nos hacen pensar que el hombre ocupó estos valles desde el Paleolítico Mediano en una zona próxima a la población llamada Benirrames, y que en nuestro valle con el paso del tiempo confluirán todas las culturas y sociedades hasta la actualidad. El sedentarismo del hombre hace que se substitueixquen las cuevas por hábitats en altura como lo demuestran los yacimientos de Ambra, la Muntanyeta Verde, El Tossal de Bullentó, etc. El hombre irá bajando de las alturas al plan para dedicarse -además de a la caza- a la pesca y a la agricultura, los restos que lo atestiguan en el despoblado del Plan a la marjal son de la época del Bronce, de la misma cultura se han encontrado restos en el Tozal Raso y a Penyaroja. De la época ibérica muy poca cosa sabemos salvo que por todo el término nos aparecen restos materiales que nos confirman de una o de otra manera la presencia social en esta época. La venida de los romanos a nuestro valle estuvo ligada a la proximidad de Dénia y su puerto, y se establecieron algunas villas romanas en los lados de una vía secundaria que unía Xàtiva y Dénia por el interior, el trazado de la cual iría par al camino viejo de Dénia por Rincones. La romanización dejó huellas importantes en Sant Antoni, Benigánim, Tossalet de las Mondes, Bullentó… y más tardíamente unos entierros a la partida de Gaià con abundante cerámica y objetos de ajuar de los siglos VI-VII y otros a la partida de Castelló de la misma época. Los musulmanes ocuparon el valle de Pego alrededor del año 716, se instalaron en alqueries diseminadas por todo el término testigo de las cuales es el extenso patrimonio toponímico rural que nos ha quedado. Realizaron grandes transformaciones agrícolas y crearon nuevos sistemas de riego que después heredarían y mejorarían los cristianos. Cuando Jaume I decidió conquistar el valle, Pego era un conjunto de alqueries islámicas las cuales dependían del castillo de Ambra. Conquistada el valle se inició la repoblación con colonos cristianos venidos de Cataluña mayoritariamente. El monarca concedió las rentas del valle a su hijo el febrero de 1263 y después de las decisivas dos cartas de poblamiento (1279 y 1286) empezó a construirse la villa de Pego amurallada, con tres puertas y unas dieciséis torres que la cerraban. Era el nacimiento de Pego como casco urbano y, era de nueva creación construida sobre la antigua alqueria de Uxola. Desde que en el año 1325 Pego pasó de lugar de reialenc a ser lugar de señorío y la gobernaron familias nobles como los Cardona, los Vilanova, los Centelles, Borja y últimamente los Osuna. En el siglo XV los cristianos vivían a la villa y al arrabal de la plaza (actual calle Mayor), mientras los musulmanes o mudéjares lo hacían a las alqueries de Favara, Atzeneta y Benumeia. Después de la expulsión de los moriscos en 1609 el valle quedó casi despoblada y tuvieron que venir nuevos colonos de las Islas Baleares para poblar los valles próximos en Pego. Cuando la corona quedó sin descendencia directa en 1700 los campesinos pegolins apoyaron la causa austracista, pero muy pronto, ante el avance del poder borbó, acabaron para ser fieles a Felip V, el cual después de la derrota de Almansa abolirá los fueros e instaurará el centralismo borbónico y castellano en todo nuestras tierras. A partir del siglo XVIII empezaron las grandes transformaciones agrícolas intensivas, sobre todo a la marjal, apareciendo a finales de este siglo las primeras introducciones documentadas del cultivo del arroz. Ya en el siglo XIX se pondrían en marcha los mecanismos necesarios para aumentar una producción que llegó su máximo en 1930, junto con el cultivo de la naranja. Si la guerra de Sucesión acabó destruyendo buena parte de las torres y murallas medievales, el aumento económico y demográfico de la segunda mitad del XIX y principios del XX se encargaría de destruir las dos puertas principales, la del Maiorasgo y la del Arrabal o la Plaza, para el ensanchamiento de la población. Sólo quedó y queda en pie todavía hoy en día el Portal de Sala, que antuvi conducía a la fuente y a la huerta medieval. El siglo XIX fue un siglo agitado y exaltado y Pego no quedó además de los acontecimientos importantes del resto del estado. Las luchas carlistas, las luchas políticas entre liberales y moderados, el bandolerisme, los movimientos insurreccionals del republicanismo, de todo, hay que destacar la sanguinolenta y fratricida lucha entre los Senes y los Ganyans que intentó aclapar el famoso Mayorazgo Ceniza.
En el rincón Hernandiano se encuentra la casa donde vivió el poeta Miguel Hernández con su familia. Nos la descubre su bonita fachada, pintada a la forma tradicional con zócalo gris, recercado de puertas y ventanas en ocre oscuro y pared en ocre claro. En el interior el visitante puede rememorar momentos de la vida del poeta a través de sus estancias: la habitación de Miguel, la cocina, el patio con el cobertizo para las cabras y el huerto, en el que se encuentra la famosa Higuera que tantas veces le inspiro en sus primeros versos.
Desde su inauguración, el MUA ha contado con publicaciones propias, con una actividad que, si bien tiene su mayor volumen en la edición de catálogos, incluye monografías, catálogos razonados, ensayos, publicaciones didácticas, facsímiles, guías de la colección o resultados de diversas actividades. El Museo de la Universidad de Alicante (MUA) constituye un proyecto pionero dentro del ámbito universitario español, por su innovadora concepción arquitectónica y su propuesta museográfica basada en la alternancia de exposiciones temporales de índole científica, artística y patrimonial. Creado en 1999, el MUA se concibe como instrumento eficaz para proporcionar una formación integral al alumno, mediante iniciativas que contribuyan a potenciar su sensibilidad y faciliten un conocimiento más reflexivo de nuestra condición, sociedad e historia. La principal misión que afronta el MUA es convertirse en un espacio de dinamización cultural, aprendizaje, encuentro y confrontación, que permita aproximar la innovación y experimentación propia de la esfera universitaria y del arte contemporáneo a toda la sociedad. En este sentido, el museo se constituye en socializador de conocimiento y vehículo de activación de la vida cultural de la comunidad. Al margen de su colección museográfica, integrada por obras artísticas contemporáneas de creadores como Pablo Picasso, Joan Miró, Eduardo Chillida, Eusebio Sempere, Arcadio Blasco, etc., el MUA acomete cada temporada una veintena de exposiciones temporales, entre muestras de arte contemporáneo, actividades de difusión de la investigación universitaria y proyectos institucionales en los que se involucra a toda la sociedad alicantina. Así el museo universitario se convierte en un espacio abierto de difusión cultural, donde confluyen el arte, la música, el cine, la arquitectura y la investigación en diferentes ámbitos. El Museo es cada año un punto de encuentro para alumnos de diversas especialidades –Arquitectura, Educación, Turismo, Sociología, Publicidad, etc.–que aprovechan las instalaciones museísticas para realizar prácticas, participar en los talleres didácticos dirigidos a grupos escolares, conocer las posibilidades de los espacios museísticos como recursos turístico-patrimoniales, conectar los conocimientos impartidos en el aula con la vertiente más social de las exposiciones del museo, diseñar experiencias divulgativas o exponer el resultado de propuestas docentes y premios. El MUA ha sido el marco en el que se han organizado cursos y talleres en torno a la conservación del arte contemporáneo, la representación del cuerpo en la contemporaneidad, la recuperación de la memoria histórica de las mujeres desde la creación artística, o sobre herramientas de software y hardware libre para crear entornos interactivos en cualquier campo de conocimiento. De igual modo las instalaciones del museo son cada año escenario de diversos actos de índole académica o formativa, organizados desde distintas áreas universitarias. Actos de apertura o recepción de congresos y seminarios internacionales, entrega de títulos de licenciatura, mesas redondas, encuentros nacionales, presentaciones de libros, proyecciones de documentales, jornadas formativas, foros de innovación, talleres tecnológicos o encuentros de rectores. El MUA se ha convertido en un centro de referencia para la comunidad educativa de nuestro ámbito geográfico, que participa activamente en los talleres didácticos y visitas dinamizadas propuestas en torno a la colección permanente y las exposiciones temporales. Propiciar un acercamiento cognitivo y emotivo al objeto artístico y fomentar la participación, la creatividad, la experimentación y el respeto hacia cualquier manifestación artística, es el gran reto del Área Didáctica del MUA a la hora de diseñar una serie de actividades –comprensivas y expresivas– que consigan aproximar al público al arte contemporáneo.. También en el ámbito artístico, el MUA ha consolidado su posición como plataforma y altavoz para la reflexión artística, el diálogo y la investigación en torno a la creación plástica más reciente. El certamen Corpórea: Representaciones del cuerpo en la contemporaneidad y las 6 ediciones de la convocatoria de artes plásticas Mulier, Mulieris, que recoge las inquietudes de hombres y mujeres artistas en torno al universo femenino, visibilizan el compromiso del MUA con la diversa y multidisciplinar creación artística contemporánea. Una media de 20.000 personas visitan anualmente las instalaciones del MUA, de las que aproximadamente 8.000 participan en alguna de las actividades incluidas en los programas educativos diseñados. El Museo de la Universidad de Alicante (MUA) se situa dentro del Campus de la Universidad de Alicante, en San Vicente del Raspeig (Alicante). El aeropuerto más cercano a la Universidad de Alicante es el internacional de L'Altet, con enlaces desde las principales ciudades europeas; otros aeropuertos próximos son los de Valencia (Manises), Madrid (Barajas) o Barcelona (El Prat). Para mayor información acerca de los vuelos con Alicante puede contactar con A.E.N.A. (Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea). (https://www.aena.es). La ciudad de Alicante dispone de la estación de ferrocarril: Alicante-Término, que enlaza con la red de RENFE. Por otra parte la ciudad está haciendo una importante apuesta por el tranvía, extendiendo cada vez más la red por toda el área metropolitana. La línea C-3 de cercanías de Renfe, que enlaza Alicante con la población de San Vicente del Raspeig, tiene un Apeadero en la zona de expansión del campus de la UA, a unos 600 metros aproximadamente del actual campus). Las líneas de autobuses, tanto urbanas como interurbanas, son regulares o bien especialmente dedicadas al transporte a la Universidad, en este caso, normalmente, sólo prestan servicio en períodos lectivos. La Universidad de Alicante, por su ubicación junto a la autovía A-7, tiene una buena accesibilidad por carretera desde la propia ciuddad de Alicante y desde otras localidades. Desde el mes de junio de 2007 se ha puesto en marcha el servicio BICISANVI que es un sistema automatizado de préstamo gratuito de bicicletas promovido por la Agencia Valenciana de la Energía y el Ayuntamiento. de San Vicente del Raspeig. El objetivo es fomentar el uso de la bicicleta en la población de San Vicente del Raspeig, con el consiguiente ahorro energético y reducción de impacto ambiental. Desde la página Web del MUA se pretende proporcionar una información completa del catálogo de publicaciones y aprovechar las posibilidades de la red como cauce de expansión del conocimiento, en consonancia con el compromiso del museo de realizar actividades de divulgación, de formación, didácticas y de asesoramiento en relación con sus contenidos.
Edificio de estilo academicista diseñado por Jorge Gisbert Berenguer. Fue construido entre los años 1846 y 1863 sobre el espacio que ocupó el Convento de San Agustín. En la escalera principal y en diferentes dependencias se puede admirar una muestra de pinturas y esculturas de artistas locales, entre las que figuran obras de Fernando Cabrera Cantó, Ramón Castañer, Adolfo Durá, Plácido Francés, Edmundo Jordá, Antoni Miró, Emilio Sala y de diferentes autores contemporáneos. Horario: de lunes a jueves de 8:00 a 20:00 h. Viernes de 8:00 a 15:00 h. Agosto: de 8:00 a 15:00 h. Cerrado: festivos.
Ubicado en la sede de la Junta Central de Fiestas, antiguo palacio perteneciente a la familia Selva-Mergelina. Se trata de un edificio de cuatro plantas que refleja a la perfección la tipología de construcción burguesa decimonónica. En su interior destacan los suelos de cerámica Nolla, uno de los elementos más característicos y genuinos del modernismo valenciano. El museo está dedicado a albergar una importante colección de objetos relacionados con las tradicionales Fiestas de Moros y Cristianos de Villena. En él se muestran trajes e imágenes festeras, carteles y programas publicados a lo largo de numerosos años o recuerdos de fiestas anteriores. Además, los fondos muestran una representación de todos los trajes de las catorce comparsas que participan en las Fiestas de Moros y Cristianos. Importante es la sección destinada a la conservación de partituras originales de música festera, compañera inseparable de todos los actos que se celebran durante esos días.
¡Descarga tu guía de Alicante!