El Palacio El Portalet fue construido a mediados del siglo XVIII. Recibe su nombre al estar situado en la esquina entre la calle de Labradores y la conocida como Portalet de Capuchinas, hoy calle de Santo Tomás, y cuyo nombre se debe a la existencia de una puerta, situada al final de la calle, que permitía atravesar la muralla, que transcurría por la Rambla, para llegar al Convento de las Capuchinas. Hoy en día el palacio es el resultado de multitud de reformas que sus residentes llevaron a cabo a lo largo de tres siglos y se nos muestra ante nosotros como testimonio vivo de la historia de la ciudad de Alicante. En el siglo XIX parte del edificio fue administrado por la familia Maisonnave-O’Connor. A finales del siglo XIX fue sede de la Sociedad Filarmónica, del Partido Republicano Federal y aquí se hallaba la redacción de su periódico La Federación. A comienzos del siglo XX el edificio dio cabida al Montepío Mercantil Provincial de Alicante a cuya presencia se debe la exquisita decoración de los interiores de la Sala Noble donde esta asociación organizó multitud de fiestas, de carácter benéfico, y conferencias. Bajo la dirección de esta organización, durante la primera mitad del siglo XX se efectuaron las reformas más importantes en esta casa con la transformación de los espacios interiores y el añadido del último piso. La rehabilitación actual ha permitido recuperar el edificio en todo su esplendor y se han musealizado tres de sus salas, una en la planta baja que alberga un Centro de Interpretación del propio edificio, otra en una entreplanta con la Colección de Guitarras Españolas Romanillos-Harris, y, por último, en la otra entreplanta, la exposición “Alicante Monumental de la Vila Nova a la Vila Vella” que recorre nuestro Casco Antiguo, a través de siete edificios históricos. La planta noble por si misma tiene un enorme interés. Con independencia del propio interés de la visita del edificio, la sala noble y la sala de la planta tercera, así como la cubierta, pueden albergar actividades cíclicas y actividades extraordinarias de relevancia, en el ámbito de la cultura, la divulgación y las relaciones sociales. Horarios Lunes: Cerrado Martes: 18:00 a 20:00h De miércoles a sábado: de 10:30 a 14:00h y 18:00 a 21:00h Domingos y festivos: de 10:30 a 14:00h
El Museo Diocesano de Arte Sacro es una institución permanente de la Diócesis de Orihuela - Alicante, sin ánimo de lucro y abierta al público, que tiene como objetivo la adquisición, conservación, restauración, estudio, exposición y divulgación de conjuntos o colecciones de bienes de valor histórico o artístico, principalmente de caracter religioso y procedentes de la S.I. Catedral de Orihuela y de otras Iglesias e instituiciones eclesiásticas de la diócesis. El Museo Diocesano de Arte Sacro, carece de personalidad jurídica propia, siendo el titular del mismo el Obispado de Orihuela - Alicante, se rige por sus estatutos y por las disposiciones canónicas y civiles que le sean aplicables. El Museo Diocesano de Arte Sacro de Orihuela se sitúa frente a la Catedral de Orihuela en el corazón de su casco histórico. Es un centro museístico que apuesta por la gestión integral del patrimonio cultural, por la innovación y el uso de las herramientas que nos proporcionan las tecnologías de la información y la comunicación. El Museo Diocesano de Arte Sacro de Orihuela tiene como principales objetivos: El estudio, protección, conservación, restauración, divulgación, y promoción del Patrimonio Cultural Religioso de Orihuela, de su comarca y del territorio de la diócesis de Orihuela - Alicante ya sea por su interés artístico, histórico, arqueológico, etnográfico, bibliográfico o documental. En especial, la exposición con técnicas museográficas de los fondos que custodia. La potenciación de este patrimonio como elemento importante en el desarrollo económico de la ciudad de Orihuela y su término municipal. Aquellos que favorezcan el servicio catequético - pastoral de los objetos expuestos.
El Centro de Investigación Marina (CIMAR) es un centro donde se llevan a cabo actividades destinadas a CONOCER un medio tan cercano y a la vez tan desconocido como es el ambiente marino, su biodiversidad y su entorno, con el fin de ENSEÑAR cómo aprovechar sus recursos de forma responsable y contribuir a PROTEGER este frágil ecosistema, colaborando en su uso racional y ordenación. El centro, fruto de un convenio entre el Ayuntamiento de Santa Pola y la Universidad de Alicante, inició su andadura en el año 2005, adecuando la estructura de un antiguo cuartel de carabineros construido en los años 20 (Cuartel de la Torre d’Enmig), con una ubicación privilegiada a los pies del arrecife coralino fósil de Santa Pola y a pocos metros del litoral. Instalaciones: El CIMAR cuenta con instalaciones acondicionadas para la investigación, como los laboratorios; para la docencia, con el aula de prácticas; y para el desarrollo de actividades socioculturales, con el aula de conferencias y la sala de exposiciones. Además, el centro está dotado con la infraestructura necesaria para el trabajo en el mar y para acoger estancias largas en la zona y cuenta con una estación sismológica dentro de la Red Española de Control Sísmico.
Ubicado en el muelle pesquero. El Submarino “S-61 Delfín”. Un barco para la paz, la cultura y la unión entre los pueblos, expresión de la profundidad de nuestras raíces marineras. El Delfín es el submarino de la clase Daphne, cedido por la armada española al Ayuntamiento de Torrevieja, convirtiéndose así, en el “primer museo flotante” de estas características en nuestro país. Nuestra tradición marinera y nuestra relación con la Armada Española, hicieron que el 1 de diciembre de 1974 Torrevieja entregara la bandera de combate al submarino S-61 Delfín. Llegado el momento de su baja, el Ministerio de Defensa tuvo a bien entregar a la ciudad de Torrevieja la última bandera del S-61 en una entrañable ceremonia en el Arsenal de Cartagena. Y posteriormente tuvo lugar la cesión definitiva del submarino. De la mano del Museo del Mar y de la Sal, desde el 8 de mayo de 2004, el Submarino Delfín pasa a ser el primer buque de la Armada Española que se convierte en museo flotante, ofreciendo a cuantos lo visitan la posibilidad de conocer el interior de un submarino e imaginar como eran las condiciones de vida de sus tripulantes. El submarino Delfín, ha arribado a su último puerto y ya forma parte de la imagen de Torrevieja, habiendo recibido más de 1.300.000 visitas desde que se convirtió en museo flotante. Horario: Desde el 7 de enero hasta el 19 de junio: de 10:00 h. a 14:00 h. Desde el 29 de junio hasta el 28 de agosto: de 17:30 h. a 22:30 h. Desde el 31 de agosto hasta el 18 de diciembre: de 10:00 h. a 14:00 h.
El Museo Didáctico del Aceite está ubicado en la antigua Almassera dels Assegadors, un edificio que ha sido rehabilitado para convertirlo en el primer espacio museístico de San Vicente del Raspeig. El objetivo es dar a conocer a los visitantes el proceso de elaboración tradicional del aceite de oliva de una forma didáctica y amena a través de un recorrido guiado por las instalaciones. El proyecto ha supuesto la recuperación del edificio original, una instalación impulsada por Isidro Lillo, junto a sus hijos Joaquín y Baltasar, a principios del siglo XIX y que luego mantuvieron sus herederos hasta mediados de los años 70, cuando se abandonó la actividad. En la actuación arquitectónica se ha primado la conservación y la visualización del edificio originario de la Almazara y se ha mantenido la planta de la antigua casa que formaba este conjunto y el aljibe que daba servicio a la misma. Didáctico y expositivo El interior del Museo está dividido en dos partes, una didáctica y otra expositiva. La primera cuenta con un gran panel que recoge las distintas fases del proceso de producción del aceite, desde la recogida hasta el envasado pasando por la limpieza y lavado de la aceituna, la molienda, el batido, el prensado y decantación, y la conservación. Este panel se completa con un espacio audiovisual en el que se han preparado distintos vídeos para público adulto y juvenil, en castellano y valenciano, que permite conocer mejor este proceso. En la parte expositiva se pueden contemplar los elementos que componen esta almazara, todos ellos identificados mediante carteles en castellano y valenciano en los que se explica la función que realizaban. Entre otros, destaca la primera prensa de tiro animal, los quintales de prensado de los capachos y la pasta de aceituna, la prensa mecánica con la introducción del motor, la tolva para cargar la aceituna, la caldera para el agua caliente o los recipientes de decantación donde se separaba el aceite del agua. El museo también cuenta con distintos espacios, como el establo donde descansaban y se alimentaban las mulas, la chimenea de leña donde se calentaba primitivamente el agua y se preparaban los almuerzos de los operarios y los clientes o el almacén, en el que se puede contemplar un bodegón con elementos utilizados en la recogida, producción y conservación del aceite. Además, se han conservado utensilios curiosos, como las calabazas que servían para separar el aceite del agua, unidades de medida o aceiteras para engrasar la maquinaria. El Museo Didáctico del Aceite cuenta con todos los atractivos necesarios para convertirse en un lugar de visita obligado tanto para los escolares como para los ciudadanos y visitantes interesados en conocer el proceso de elaboración tradicional del aceite.
La “Casa Gran” de El Castell de Guadalest o “Casa Orduña” fue construida después del gran terremoto de 1644 que arrasó la comarca y asoló las dependencias del castillo. Fue edificada por la familia de estirpe vasca de los Orduña. Vinieron al Reino de Valencia con el Infante Fortuna de Navarra; posteriormente pasaron al servicio de los Cardona, almirantes de Aragón. D. Sancho de Cardona recibió en 1543 el título de marqués de Guadalest. Al gozar los Orduña de toda la confianza de los marqueses, fueron enviados a Guadalest y actuaron durante casi trescientos años como alcaides de la fortaleza y gobernadores del marquesado. La casa fue incendiada y saqueada durante la Guerra de Sucesión (1708). En 1756 D. Pedro Antonio Buenaventura de Orduña y García entró en la Orden Militar de Santiago consiguiendo de esta manera acceder al estamento nobiliario. La familia procuró a sus miembros, no sólo las relaciones económicas o de influencia social, también la mejor y más sólida formación cultural que era posible adquirir en la segunda mitad del s. XVIII y a lo largo del s. XIX. Entre sus miembros encontramos, fundamentalmente, abogados y militares. Las actuales dependencias de la casa, se corresponden con el momento de máximo esplendor e influencia de la familia Orduña ejercida a través de D. Joaquín Mª de Orduña. La decoración se adapta a los gustos estéticos de la burguesía que vivió los cambios políticos de la segunda mitad del s. XIX. Este edificio fue una casa grande en un pueblo pequeño y por tanto, inmersa en un ambiente rural y endogámico muy alejada geográficamente de las influencias de las ciudades importantes. La casa ocupa un solar irregular. Por el este se apoya y supera las rocas, por el oeste es vecina de la iglesia parroquial llegando a ocupar espacios encima de las capillas de la parte de la epístola. La edificación se soporta mediante muros de carga de albañilería. Madera, yeso y ladrillos cerámicos forman parte de su construcción. Tiene cuatro niveles y una bodega todos ellos accesibles por diversas escaleras. SALA DE LA ENTRADA. Traspasada la puerta de la entrada, enmarcada por un sobrio arco de piedra de medio punto, nos sorprende la sencillez de los arcos apuntados de la estancia. Está decorada con óleos de carácter religioso: La Inmaculada Concepción, La Santísima Trinidad, San Pascual Bailón, Santa Bárbara, La Virgen de la Rosa y Nuestra Señora del Carmen. SALA DE LOS ARCOS. Subiendo por una pequeña escalera accedemos a una sala donde se exponen parte de las obras premiadas en el concurso anual de pintura “Villa de Guadalest”. ANTESALA Y SALA DE LA VIRGEN. En estas habitaciones podemos contemplar un pequeño lienzo; testimonia la tradición familiar de haber recibido de San Buenaventura una “Carta de Hermandad”. Por medio de este privilegio la familia se ligaba a la vida espiritual de los franciscanos. El objeto más interesante en esta habitación es un lienzo pintado por ambas caras. En su parte delantera muestra a un “Ecce Homo” (de autor desconocido) con la caña en las manos entrelazadas y un manto rojo resbalando sobre los hombros. Es una figura proporcionada y sin concesiones al dramatismo de la sangre. Presenta la particularidad de estar pintada por ambos lados. La parte posterior (visible en un espejo), representa “Las llagas en la espalda del Salvador”, rara temática en el arte religioso. Se supone que fue un telón bocaporte reconvertido en estandarte. En la sala siguiente, una urna guarda la imagen procesional yacente de Nuestra Señora de la Asunción. Es una talla moderna, copia de la destruida en 1936. Era propiedad de la familia; ésta la prestaba al pueblo de Guadalest para las celebraciones de agosto y siempre se custodió en la casa. La tabla colocada en el testero de la habitación, trata el tema del “Tránsito o Dormición de la Virgen”: el fin de la vida terrenal de María tal y como se narra en los Apócrifos. Esta pieza del s. XVI es sin duda alguna la mejor pieza de la casa. Pudo ser el retablo de la primitiva iglesia de Guadalest. Se atribuye al “Maestro de Alcira” y se encuadra cronológicamente entre 1527 y 1550. La custodia guardada en una vitrina (s. XVIII), se concibe como un sol radiante y su ástil es una figura con un símbolo eucarístico en su mano derecha y una cruz en la izquierda. También encontramos un óleo de “La Inmaculada Concepción”. LA COCINA y LA DESPENSA. Mantienen la disposición original y muchos de los utensilios tradicionales. En el patio interior se conserva un aljibe. Desde la primitiva muralla norte de la fortaleza se puede disfrutar de una espléndida vista panorámica sobre el embalse de Guadalest y las sierras Xortà y la Serrella. EL COMEDOR. Contiene una excelente colección de cerámica. Cabe destacar las dos piezas valencianas de reflejos metálicos (s. XVI), dos jarros (finales del s. XIX) y en la vitrina, piezas de cerámica francesa, alemana y valenciana (s. XVIII-XIX). La visita continúa subiendo a la planta noble. SALA DE LOS MAPAS. La primera habitación a visitar en esta planta es una pequeña pieza. En ella se pueden admirar tres mapas murales impresos en París en 1706. SALAS NOBLES. En esta planta se mantiene la disposición tradicional de salas y alcobas. Nos muestran como se concebía la vida privada en siglos pasados. Los muebles, lienzos, fotografías y enseres en general son los propios de estas salas. En la primera sala encontramos una espléndida colección de fotografías de gran formato de los miembros de la familia Orduña en el s. XIX; una antigua mesa, una urna con los restos de un crucifijo por el cual la familia sentía una gran devoción y un pequeño bargueño con incrustaciones de marfil y dibujos antiguos de origen catalán (s. XVII). En la segunda sala nos sorprende otro bargueño con incrustaciones de marfil y carey, elementos de marquetería y un pequeño, pero interesante óleo adornando la puerta. Completan la decoración de esta sala un armero, un conjunto de butacas de madera tallada y una colección de fotografías familiares. En la última de estas tres salas encontramos, un juego completo de sillas, butacas y sofá de época isabelina (c. 1850), una vitrina con pequeños objetos de decoración, dos grabados del s. XIX y dos lienzos con los temas de “La adoración de los ángeles” y “La huida a Egipto” (s. XVIII). Antes de pasar a la biblioteca observamos una escalera con una pila benditera a mano derecha. Nos indica que, desde allí, se accede a la Sala de la Tribuna situada sobre el presbiterio de la iglesia parroquial. Los Orduña podían ocupar este espacio en virtud de un antiguo privilegio otorgado por los arzobispos de Valencia. LA BIBLIOTECA. Sin duda el conjunto más atractivo de la casa. Posee un total de 1265 volúmenes. El catálogo del Fondo Antiguo (1500-1800) consta de 589 fichas. Los libros presentan diversos formatos y formas de encuadernación. Es una biblioteca familiar con tres momentos básicos en su formación: Primer momento: último tercio del s. XVIII, siendo el abogado D. Francisco de Paula Orduña, la persona que más libros (según los exlibris) aportó a la misma. Introdujo temas jurídicos tradicionales y otros que reflejan la efervescencia política española y europea, entre la convocatoria de los Estados Generales en Francia (8 de agosto de 1788), y el levantamiento de Riego (1 de enero de 1820). En un segundo momento entraron diversos libros de carácter religioso, filosófico y clásicos latinos, procedentes de la desamortización del convento de Capuchinos de Callosa d’En Sarriá. En el tercer momento (1850-1890) se registra literatura jurídica, reglamentos, disposiciones legales, etc. Al salir de la biblioteca encontramos una sala adornada con reposteros con las armas de la familia Orduña, árboles genealógicos, labores y bordados de época y un armario con utensilios de iluminación tradicionales: quinqués, palmatorias, candiles, etc. Un óleo cuyo tema es la Batalla de Almansa (1707) nos recuerda la participación a favor de la causa borbónica de Don Juan de Orduña y Andrés. Acabada la visita a la planta noble subimos a la tercera planta. SALA DE EXPOSICIONES. “La “Casa Orduña” ofrece al visitante una sala de exposiciones temporales de pintura y escultura, renovadas periódicamente. Por las antiguas escaleras de la casa se desciende hasta la planta baja desde donde podrá accede al castillo de San José
Edificio de líneas vanguardistas ubicado a la entrada sur de la población, que fue inaugurado en el año 2002. Su configuración arquitectónica exterior destaca por el juego de volúmenes que conforman el edificio, con cubiertas de cinc y paredes acristaladas. En el interior destaca su sala ovalada, que acoge numerosas exposiciones, la sala de actos y proyecciones, además de despachos y otras salas más pequeñas en las que se desarrollan cursos y talleres. Desde el año 2010 alberga también la oficina de información turística del municipio, adherida a la red Tourist-Info.
El Museo del Turrón es una institución privada dedicada a la recuperación del patrimonio tecnológico vinculado a la elaboración de turrones y mazapanes, y de una forma más general, a la tecnología relacionada con la actividad económica de Xixona a lo largo de su historia. El museo se halla distribuido en tres plantas en las que se exponen utensilios y se explican procesos de acuerdo con los siguientes criterios: Planta superior: materias primas (azúcar, miel, almendra y huevos) Planta intermedia: procesos (turrones de Jijona y de Alicante, mazapanes) Planta inferior: comercialización del producto (puestos de venta, publicidad, envases, historia de la empresa, historia local)
A lo largo de la historia estas tierras sufrían numerosos ataques de piratas que desembarcaban en la costa y hacían sus incursiones y saqueos en el interior. Las torres costeras se alzaron precisamente para avisar de la presencia de sus barcos, comunicándose entre sí mediante fogatas y otras señales. Muestra de esta época es la sobria torre costera de la Horadada del siglo XVI de carácter defensivo, localizada entre las playas El Puerto y El Conde. Debe su nombre a los orificios de su interior que servían para comunicar las diferentes estancias. De gran importancia fue la declaración de nuestra torre como BIC (Bien de Interés Cultural) por Disposición Adicional Segunda de la Ley 16/1985, por lo que consideramos que es un verdadero lujo tenerla presidiendo nuestra costa.
Abrió sus puertas en 1994 gracias a depósitos y donaciones de particulares. Aquí se guardan los hallazgos hechos en los yacimientos locales. Este fondo museístico se muestra actualmente en cinco secciones: medio ambiente, fósiles, arqueología, etnología y numismática. Sus exposiciones permiten obtener una imagen global de la evolución de estas tierras en el tiempo, así como de sus recursos. Forma parte también de la exposición permanente del museo el depacho de D. Gratiniano Baches, la primera persona que inicia los estudios arqueológicos en Pilar de la Horadada a principios del siglo pasado.
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