Las pinturas rupestres, de hace más de 5000 años, pertenecen al periodo Neolítico. Se encuentra en el municipio de Altea, en la cara sur de la Sierra de Bernía. Las pinturas son apenas perceptibles pero hay que mantenerlas por ser un registro único en la zona. Es por ello que se encuentran detrás de una valla protegidos. Según los paneles informativos, lo que se ve son una serie de siete zig zag horizontales y paralelos. Su significado es desconocido para nosotros aunque se cree que estas figuras podrían evocar el agua y las ondas que provoca cuando está en movimiento. En la parte superior hay tres figuras humanas de cuerpo bitriangular que elevan sus brazos hacia la cabeza o hacia el cielo Estos antropomorfos se asocian con mujeres, ya que en el arte neolítico las figuras femeninas siempre se representan portando faldas. Por encima de ellas se disponen de forma simétrica, dos motivos con forma de sol y, a los lados, conjuntos de zigzags y puntos. En la cara inferior se observan dos figuras humanas con el cuerpo constituido por una barra ancha, la cabeza circular y los brazos apoyados en la cintura. Su forma, carente de atributos femeninos, podría indicar que se trata de hombres. Junto a ellos se observan varios conjuntos de motivos geométricos como barras y puntos y, en la parte superior, cuatro figuras con forma de soles. La existencia de motivos de tipo de astral “soles” y la representación figurada del agua (zigzags y puntos), llevan a pensar que esta narración podría relacionarse con la observación de fenómenos astronómicos y meteorológicos
Torre vigía defensiva del S. XVI Esta torre, de 13.5 m de altura forma parte de la red de fortificaciones alzadas a lo largo de la costa, en el S. XVI para prevenir las constantes incursiones de los piratas berberiscos. La torre circular de forma troncocónica presenta dos cuerpos superpuestos, actuando el inferior como contrafuerte de la estructura. La puerta de acceso a su interior está elevada de la base. Dos matacanes defienden la puerta de acceso. Destaca el escudo de armas de Carlos V, con 4 barras, corona del antiguo Reino de Valencia y el águila bicéfala de los Austria. En el interior los diferentes niveles se comunican por una obertura, a la que se accede por medio de una escalera móvil o simple cuerda. Se tiene constancia de otro torreón ubicado en el actual faro de Sant Antoni, además de la torre de l’Almadrava . Las torres tenían comunicación visual, aunque también utilizaban otros medios, como señales con espejos, fuego, etc. Disponían de guardias que se encargaban tanto de la custodia de las mismas, como de eventuales traslados a otras torres o ciudadelas para avistar cualquier peligro. SITUACIÓN La torre de Gerro se encuentra al final de la carretera de Les Rotes, en el límite con el término municipal de Xàbia. El acceso hasta ella se debe hacer andando, aunque es posible aproximarse en vehículo hasta unos 300 metros por un camino asfaltado que atraviesa toda la urbanización que se halla en esa montaña, hasta llegar por la calle Vía Láctea a camino sin salida.
Torre edificada a inicios del s. XVI, en uno de los accesos a la población. Esta torre a sufrido muchas variaciones en su estructura, sobre todo a partir de mediados del s. XIX, que fue integrada como parte de una vivienda de dos plantas. Se desconoce a qué familia pertenece, pero el edificio se caracteriza como un edificio de huerta de rango nobiliario bajo, posiblemente propio de un Cavallero y asociado a propiedades agrarias y a la vía de comunicación entre Bocairent y Banyeres. En diciembre de 1990 se llevaron a cabo las obras de restauración y excavación arqueológica pertinentes, con el objetivo de transformarla en un museo. Es un edificio de planta cuadrada, con una altura aproximada de 18m, fue construida con muros de mampostería sin revestir exteriormente. Las esquinas, cornisas, dinteles de huecos y arcos están resueltos en sillería.
Se encuentra a los pies del Castillo y fue construido para conmemorar el lugar donde se encontraba la antigua ermita del Conjurador. Esta ermita hoy en día desaparecida, tenía vocación a San Jorge. Era la ermita mas antigua de Banyeres, como se deduce por su situación, por lo que su construcción puede referirse muy bien entre los siglos XIII y XV. Solo quedan unos restos, una de las esquinas. Según testimonio fotográfico puede asegurarse que a finales del s. XIX o a principios del s. XX todavía estaba en pie. Esta ermita se conocía también como la de “El Conjurador” por la facultad que tenía el Santo de conjurar tormentas y males ante los ruegos de la población congregada en torno a su imagen. El monumento actual está emplazado en un mirador con vistas a la sierra, que permiten al visitante admirar el entorno natural que rodea al municipio.
Está instalado en un edificio señorial construido en 1857. Presenta la singularidad de poseer en los bajos unos curiosos soportales con un corredor que da servicio a la pequeña plaza “dels Portxins”.
Revela la importancia del pan como alimento básico para la época en la que se construyó este horno. Es un horno de origen morisco, actualmente en funcionamiento, de características medievales, y está documentado a principios del S XVI. Se dice que es uno de los más antiguos de toda la Comunidad Valenciana y una verdadera joya arquitectónica. Hoy en día funciona a pleno rendimiento y es famoso en la elaboración de las pastas típicas jijonencas como tonyetes (almendra, harina y canela), doblaes (se amasan únicamente para Todos los Santos), madalenas, tortadas, y un sin fin de postres y dulces. En las panaderías y pastelerías, se elaboran pastas, dulces y delicias para todos los visitantes que quieran probar la repostería más tradicional de Jijona.
Casa solariega de la familia Rovira (s. XVII-XVIII). En su fachada, en el último piso, se encuentra el escudo de la familia. En él falta la corona que fue quitada durante la II República. El linaje de Rovira procede de Cataluña. Pasó al Reino de Valencia a finales del siglo XII. En Jijona está documentado en 1421. A lo largo de la Edad Moderna coparon los principales cargos del gobierno municipal. Sin embargo, los miembros más encumbrados de dicha familia emigraron a la vecina ciudad de Alicante. Con el paso del tiempo algunos miembros de esta familia que residieron en Jijona supieron adaptarse a los cambios que marcaba la modernidad y apostaron por una creciente artesanía: la producción del turrón. A finales del siglo XIX ya habían creado varias empresas destinadas a jugar un gran papel en la economía en los inicios del siglo XX.
A la entrada del Parque de L'Aigüera hay un elemento muy diferente que recibe al visitante, es el nuevo Ayuntamiento, conocido popularmente como el ‘rascasuelos’. Su disposición horizontal ha despertado el interés de arquitectos y el público en general, por lo que recibe múltiples visitas. Se trata de un edificio puente que hace de puerta a la zona verde de L'Aigüera. La construcción queda en voladizo y los viandantes pueden pasar por debajo de ella. La gran cristalera del edificio fue cubierta con lamas tupidas donde están inscritos los nombres y apellidos de los más de 60.000 censados en el año que finalizó su construcción.
Edificio original de 1922 que fue adquirido por el Ayuntamiento a comienzos de los años ochenta, cuando se encontraba prácticamente abocado a su desaparición. Tras varios años de obras de rehabilitación, fue inaugurado el 16 de febrero de 1995. Desde sus inicios se distingue por la diversidad de las actividades que en él se desarrollan, con una programación diseñada para satisfacer las demandas culturales de los ciudadanos de Aspe. El interior se ha reconstruido por completo, pero respeta los tres cuerpos propios que encontramos en todos los teatros: vestíbulo, sala y escena. Posee una capacidad de 550 butacas repartidas en 290 de patio, 63 de palcos y 197 de anfiteatro. El vestíbulo del teatro está acondicionado para albergar exposiciones.
El Portalet es el nombre con el que se conoce a la puerta que da acceso a la plaza de la Iglesia desde su lado posterior. Constituye la segunda entrada a la plaza, junto a la calle de la Iglesia. Esta puerta era una de las entradas al núcleo amurallado sobre el que se construyó la primera villa, entorno a la iglesia. Este espacio suponía en época medieval un recinto amurallado conformado por las vertientes del terreno más elevado, los muros del templo y la parte trasera de las casas. Si desde la plaza, atravesamos el Portalet (portal pequeño), podemos observar un bonito mirador desde donde se observa el Montgó, el cabo de Sant Antoni, la bahía de Xàbia y las lomas montañosas que se alzan hasta el Puig Llorença.
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