Nada más llegar a este establecimiento nos recibe un cartel luminoso que reza Bar. Y es que, pese a su sofisticada cocina y su indudable vocación cosmopolita, la gente de La Terreta parece no perder nunca de vista su voluntad de ser un lugar informal y al alcance de todos, ese espacio todoterreno en que dar de comer a todo el mundo a buen precio. Y, sobre todo, en un ambiente distendido y familiar. Por todo ello, este gastrobar cool hasta la médula recibe a diario a comensales de todas las edades y talantes, decididos a disfrutar de una cocina mediterránea creativa con algún que otro guiño a los recetarios internacionales. Ahí está el gambón argentino rebozado con crujiente de kikos y espuma de mayonesa al curry, o la hamburguesa “La Terreta”, que conviven con postres que resultan arrebatadores para todos los públicos, como su coulant de chocolate con helado de vainilla y aroma de cacao. Su agradable comedor revestido en madera, con sillas estilo Eames y un aire muy contemporáneo, es el lugar ideal para reservar mesa cuando el cuerpo nos pide ese binomio tan difícil de lograr a veces: la combinación entre sofisticación e informalidad. Pero, ¿y su barra? ¿Qué decir de su barra? Con sus aires vintage, su báscula old style como decoración, sus azulejos blancos... Uno se quedaría a vivir en ella mientras da cuenta, pongamos por caso, de un croquetón de boletus y trufa y un Ribera del Duero.
¡Descarga tu guía de Alicante!